El Salvador ha logrado su mejor desempeño histórico en el combate contra el crimen organizado , ascendiendo 25 puestos en el Índice Mundial de Crimen Organizado 2025 y consolidándose como la nación centroamericana menos expuesta a redes criminales transnacionales. Este avance lo aleja de los países peor calificados, pasando del puesto 52 en 2023 al 77 en el informe más reciente, según datos revelados este 15 de diciembre de 2025. El índice es desarrollado por la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional y cuenta con el apoyo financiero de entidades como el Departamento de Estado de Estados Unidos y la Unión Europea.
La significativa mejora de Crimen Organizado El Salvador refleja un impacto directo de las medidas de seguridad implementadas desde 2022, marcando un punto de inflexión en la percepción internacional del país. Desde su posición inicial en 2021 (puesto 46), el país ha mostrado una tendencia sostenida de progreso, ya que en esta clasificación, un número más alto indica un mejor desempeño y menor exposición al fenómeno.
El golpe al crimen organizado en El Salvador
El informe de los expertos destaca mejoras sustanciales en diversas áreas, señalando cómo la ofensiva estatal ha logrado reducir significativamente el control territorial de las pandillas. Esta acción ha repercutido en la disminución de casos de extorsión, liberando a muchos negocios de la obligación de incluir estos pagos ilícitos en sus costos operativos, especialmente beneficiando al sector del transporte.
Además de la extorsión, el análisis se detiene en el contrabando y el comercio ilícito, históricamente ligadas a las estructuras de Crimen Organizado El Salvador. El comercio ilícito de productos de tabaco, una fuente de ingresos conocida para la pandilla MS-13, ha sido particularmente afectado, al punto de que los expertos sugieren un desplazamiento de estas operaciones criminales hacia países vecinos como Guatemala y Honduras.
El reporte también menciona que las actividades de tráfico de cannabis y otras drogas han sido “gravemente afectadas” por la intensificación de las medidas de seguridad gubernamentales. Estas acciones, según el documento, han debilitado la capacidad operativa de las pandillas en múltiples frentes económicos.
“La ofensiva estatal contra el crimen organizado ha reducido significativamente el control de las pandillas en los barrios, lo que ha provocado una disminución en los casos de extorsión. Muchos negocios ya no incluyen los pagos de extorsión en sus costos operativos, y el sector del transporte reporta ahorros significativos gracias a la reducción de las demandas de extorsión de las pandillas”, cita el documento de los expertos de la Iniciativa Global.