Texas, EE.UU. – El presidente Donald J. Trump y la primera dama Melania Trump han viajado a Texas para rendir homenaje a las víctimas de los devastadores eventos meteorológicos que azotaron el estado entre el 4 y el 7 de julio. Las inundaciones, provocadas por la tormenta tropical Barry y dos sistemas de tormentas intensas, han dejado al menos 120 personas fallecidas, incluyendo más de 28 niños, y unos 170 desaparecidos.
Impacto de las inundaciones
Uno de los incidentes más trágicos ocurrió en el Campamento Camp Mystic, donde 27 niñas y un consejero fallecieron tras ser arrastrados por el río Guadalupe en el condado de Kerr. Las inundaciones han causado una destrucción generalizada en el centro de Texas, dejando a muchas comunidades en estado de emergencia.
Acciones federales
El presidente Trump aprobó una declaración de desastre mayor extendida a ocho condados para habilitar la ayuda federal. A pesar de las intenciones previas de reducir el papel de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), el enfoque actual se centra en reformas y en brindar apoyo directo a Texas.
Visita presidencial
Durante su visita a Kerrville, el presidente Trump inspeccionará las zonas afectadas en helicóptero y en terreno. También se reunirá con familias de las víctimas, bomberos, policías, el gobernador Greg Abbott y los senadores John Cornyn y Ted Cruz. Desde el Air Force One, Trump describió la tragedia como “una cosa horrible” y expresó su apoyo espiritual y material a los equipos de rescate.
Apoyo y solidaridad
La primera dama Melania Trump acompañará al presidente en su visita, mostrando su apoyo y solidaridad con las víctimas y sus familias. La pareja presidencial busca brindar consuelo y esperanza a las comunidades afectadas por esta tragedia.