La tensión política y la incertidumbre escalan en Honduras luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) mantuviera virtualmente paralizado el escrutinio Honduras por más de dos días, lo que impide conocer al próximo presidente del país.
El conteo oficial se estancó en un 88.2% de las actas procesadas, dejando a los dos candidatos principales, Nasry Asfura y Salvador Nasralla, en un virtual empate técnico.
Esta prolongada pausa, sumada a la mínima diferencia de votos entre ambos aspirantes (cerca de 19,751), mantiene en vilo a la ciudadanía y a la comunidad internacional, que exige celeridad en el proceso.
El clima de estancamiento ha obligado a la intervención de organismos internacionales.
Exigen agilizar el escrutinio Honduras ante la crisis
La Organización de los Estados Americanos (OEA) ha elevado su tono de preocupación ante la lentitud y las intermitencias en la divulgación de los resultados.
La misión de observación electoral del organismo multilateral ha pedido públicamente al CNE que retome y agilice el escrutinio Honduras final para dar certeza a los resultados. Fuentes de la OEA han señalado que los datos recabados por sus observadores confirman un resultado extremadamente ajustado entre Asfura, de orientación derechista, y Nasralla, candidato del Partido Liberal.
Las demoras en el proceso han sido atribuidas por la OEA a “una marcada falta de pericia” en las soluciones tecnológicas y en la gestión del material electoral. La presidenta del CNE, Ana Paola Hall, reconoció en una rueda de prensa que el organismo ha enfrentado “problemas técnicos ajenos” al proceso.
El oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre), relegado a un tercer lugar en el conteo, se sumó a las críticas y presentó un recurso legal solicitando la nulidad del escrutinio Honduras a nivel presidencial.