En el complejo tablero de la política internacional, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ejecutó un movimiento calculado al reunirse con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, y líderes europeos el 18 de agosto de 2025 en la Casa Blanca.
La cumbre busca equilibrar la balanza tras el encuentro de Trump con el presidente ruso, Vladimir Putin, tres días antes.
Trump parece estar posicionando sus piezas con precisión, buscando controlar el centro del tablero diplomático. Aunque no hubo avances concretos ni un alto el fuego, la reunión de este lunes reflejó un intento de mantener a Ucrania y sus aliados como piezas centrales en las negociaciones.
La estrategia en el tablero y Ucrania
La secuencia de estas reuniones, primero con Putin y luego con Zelenskyy y Europa, revela un enfoque escalonado y estratégico. Al reunirse con Putin, Trump exploró las demandas rusas. Con Zelenskyy y los líderes europeos, consolidó el respaldo occidental y aseguró que Ucrania no sea marginada del diálogo.
En la reunión, Zelenskyy rechazó cualquier cesión territorial, mientras que líderes europeos como el canciller alemán Friedrich Merz, el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro británico Keir Starmer abogaron por un alto el fuego y garantías de seguridad.
La postura de los líderes
Trump, en su papel de mediador, propuso una reunión trilateral con Putin y Zelenskyy en las próximas dos semanas. Esta jugada busca avanzar hacia un jaque diplomático sin comprometerse prematuramente, proyectando una imagen de mediador neutral mientras presiona por un acuerdo.
El tablero, sin embargo, no está exento de riesgos. Zelenskyy expresó escepticismo sobre las intenciones de Putin y las propuestas de intercambio territorial han generado tensiones. La falta de fechas concretas para el fin de la guerra mantiene la incertidumbre.