La eliminación de El Salvador del Mundial 2026 culminó en un escándalo mayúsculo tras la derrota 3-0 ante Panamá, que irónicamente consiguió su primera clasificación a la cita mundialista. El momento de mayor tensión se vivió post-partido, cuando un aficionad se acercó al autobús de la Selecta y lanzó una frase cargada de sarcasmo y dolor directamente a Hernán Darío “Bolillo” Gómez: «¡Felicidades, Bolillo! ¡Clasificaste a Panamá dos veces, hijo de puta! ¡Aquí solo vienes por los billetes!».
Este reclamo a Bolillo Gómez, quien llevó a los canaleros a Rusia 2018, resume la frustración de una nación por el fracaso deportivo y la gestión del técnico colombiano.
La escena se agravó en cuestión de segundos cuando un empleado administrativo de la Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT), identificado como Ernesto Gochez, salió del vehículo para encarar al aficionado con insultos y gestos amenazantes, gritando
«¡Respeta, imbécil!» y «¡No seas pelotudo!».
El video, de 1:46 minutos, capturado y viralizado por el periodista Karsten Rivas Guzmán, evidenció la tensión interna acumulada, aunque compañeros del staff lograron detener a Gochez antes de llegar a los golpes.
En menos de 24 horas, la grabación superó las 350 mil reproducciones, impulsando las tendencias #FueraGochez y #FueraBolillo en redes sociales, reflejando el hartazgo de los aficionados.
Los números que sellan el fracaso de Bolillo Gómez
El reclamo a Bolillo Gómez tiene su origen en los decepcionantes números de su gestión, la cual sella el fracaso de El Salvador en la eliminatoria.
En 17 partidos dirigidos desde octubre de 2024, el balance es dramático: apenas tres victorias, cinco empates y nueve derrotas, con 15 goles a favor y 28 en contra.
Estos resultados dejaron a la Selecta en el último lugar del Grupo B con solo 8 puntos de 51 posibles. Derrotas dolorosas, como el 0-4 ante Surinam, el 1-2 en casa contra Puerto Rico y el decisivo 0-3 frente a Panamá, terminaron por truncar el sueño de clasificación.
Bajo el nuevo formato de Concacaf para el Mundial 2026, que otorga tres plazas directas y dos repechajes intercontinentales, El Salvador quedó fuera de cualquier posibilidad de competir, incluso por las “migajas” que ofrece el proceso.
El fracaso de Bolillo Gómez no solo implica la pérdida de tres puntos en el último juego, sino la extinción de la ilusión de todo un país que anhelaba ver a su selección en la máxima cita del fútbol. La contundencia de las cifras respalda el duro juicio expresado en el reclamo de la aficionada.
En este contexto de crisis, Yamil Bukele, presidente del Instituto Nacional de Deportes (INDES) y candidato único a la presidencia de la FESFUT en las próximas elecciones de diciembre, se pronunció sobre el futuro del entrenador.
El pasado 5 de noviembre dijo que “ya conversé con Hernán Darío Gómez. Su contrato llega hasta el 31 de diciembre de 2025. Las nuevas autoridades decidirán si continúan con él o no. Este servidor le va a dar la continuidad”, afirmó Bukele, quien enfatizó que la decisión se basaría en un “proyecto medianamente regular” enfocado en el Mundial 2030, sin contratos largos.
Sin embargo, tras la eliminación y la intensa presión pública generada por el escándalo del reclamo a Bolillo Gómez, la prometida continuidad pende de un hilo, al igual que el puesto del empleado administrativo Ernesto Gochez.