Kilmar Armando Ábrego García, un inmigrante salvadoreño que fue deportado en marzo de 2025 y retornado a Estados Unidos por una orden judicial, ha sido nuevamente detenido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y está siendo procesado para ser deportado a Uganda.
La nueva detención ocurrió este 25 de agosto de 2025, cuando Ábrego García se presentó para una “entrevista” requerida en la oficina de ICE en Baltimore. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, anunció en X que ICE lo arrestó por ser “miembro de MS-13, traficante humano, abusador doméstico serial y depredador de niños”, afirmando que el presidente Trump no permitirá que “aterrorice” a estadounidenses.
Kilmar Ábrego: Una batalla legal
La nueva detención de Ábrego García ocurre apenas tres días después de haber sido liberado de una cárcel en Tennessee, donde cumplía arresto domiciliario con un monitor de tobillo, a la espera de un juicio criminal en enero de 2026. Sus abogados argumentan que la nueva detención es “punitiva” y que viola el debido proceso.
El caso de Ábrego García ha estado en el centro de un debate político en Estados Unidos. En marzo, fue deportado a El Salvador y encarcelado en el CECOT, a pesar de que un juez le había otorgado previamente protección contra la deportación. Una demanda de su esposa, ciudadana estadounidense, llevó a una orden judicial que lo obligó a regresar a Estados Unidos en junio.
Reacciones y el futuro de su caso
La defensa de Ábrego García niega los lazos con pandillas y los abogados han presentado una petición de hábeas corpus para desafiar la nueva detención y la deportación a Uganda, un país que ha acordado recibir a inmigrantes sin antecedentes africanos, en una medida criticada por grupos de derechos humanos.
La jueza Paula Xinis emitió una orden temporal que detiene la deportación hasta el 27 de agosto, lo que le da tiempo a los abogados para presentar su caso. El caso de Ábrego García resalta las tensiones en la política migratoria del presidente Trump, que incluye el uso de deportaciones a terceros países y el desafío a las órdenes judiciales.