El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunirá con su homólogo ruso, Vladímir Putin, este viernes en Alaska, en lo que ha sido calificado como un “ejercicio de escucha” para buscar una solución a la guerra en Ucrania.
La cumbre, que fue confirmada por el Kremlin y anunciada por Trump en su red social Truth Social, se llevará a cabo en una sede simbólica, ya que este territorio fue vendido por Rusia a EE. UU. en 1867.
Trump: consecuencias muy severas
A pesar de que Trump ha advertido a Putin sobre las “consecuencias muy severas” si no se logra un acuerdo para detener el conflicto, el presidente estadounidense ha moderado las expectativas al describir el encuentro como una “reunión para tantear el terreno”.
Una de las ideas que el mandatario ha puesto sobre la mesa, aunque sin éxito, ha sido un posible “intercambio de territorios”, lo que ha sido rechazado por Ucrania y sus aliados.
Antes de la cumbre en Alaska, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y los líderes europeos mantuvieron una videoconferencia con Trump, presionando para que se garantice un alto el fuego y se protejan los intereses de seguridad de Europa.
Zelenski ha sido enfático en su postura, advirtiendo que “las conversaciones sobre nosotros, sin nosotros, no funcionarán” para Ucrania.