El creador de contenido Baby Meshy protagonizó un momento polémico durante una transmisión en vivo, cuando perdió los estribos y lanzó fuertes insultos a sus seguidores. El detonante fue el spam constante en el chat, a pesar de sus repetidas peticiones para que cesara. “Me enverga que les digo una m####a y no hacen caso”, exclamó, visiblemente frustrado.
El arrebato de Meshy no pasó desapercibido. Mientras algunos seguidores, como user26939032293948, respondieron con una donación de $500 y un mensaje de apoyo: “Lo siento patrón, usted me inspira cada día”, otros aprovecharon para criticar su actitud. Comentarios como “Trabaje papito, ay q travajar” o “Jajaj, trabaje mejor mi niño” inundaron la sección de comentarios, mezclando burla y consejos sarcásticos.
Entre el apoyo económico y las críticas
La situación puso en evidencia la delgada línea entre el éxito y el escándalo en el mundo digital. Aunque Meshy recibió una donación inesperada, también enfrentó críticas directas a su ética de trabajo. Usuarios como Big4 se sumaron a la burla con comentarios como “Allí te van 1 y 2 colgando”, mientras otros recordaron que el contenido digital es un trabajo que exige paciencia y profesionalismo.
El incidente generó un debatido viral: ¿fue un arrebato genuino o una estrategia para aumentar su visibilidad? Lo cierto es que, más allá de las intenciones, el resultado fue una mezcla de apoyo económico, críticas y viralidad. Baby Meshy demostró que, en el mundo de los creadores de contenido, incluso los momentos de cólera pueden convertirse en oportunidades de tráfico y engagement.
La pregunta que queda en el aire es si sus seguidores premiarán o castigarán su actitud en el futuro. Por ahora, el creador logró lo que muchos buscan: ser el centro de la conversación.