La elección de Bad Bunny como artista principal del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl 2026 ha generado una ola de reacciones en Estados Unidos, especialmente entre sectores conservadores. Mientras algunos celebran la inclusión de la cultura latina en el evento deportivo más visto del mundo, otros han lanzado una petición en Change.org para que el puertorriqueño sea reemplazado por el ícono del country George Strait.
Detalles de la petición
La petición, iniciada por un grupo de seguidores, argumenta que el espectáculo del Super Bowl “debe unir al país, honrar la cultura estadounidense y mantenerse familiar”, y señala que la presentación de Bad Bunny, con su estilo y actuaciones, no representa estos valores. En cambio, proponen a George Strait, de 73 años, como una figura que “encarna la unidad, la tradición y la música estadounidense atemporal”.
Hasta el momento, la petición ha reunido más de 50,000 firmas, aunque otra solicitud más amplia, que pide directamente cancelar la participación de Bad Bunny, supera las 10,000 firmas sin proponer un reemplazo oficial
El debate cultura
La controversia refleja un debate más amplio sobre lo que debe representar el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl. Mientras algunos ven en Bad Bunny una oportunidad para celebrar la diversidad cultural, otros consideran que su estilo no se ajusta al perfil tradicional del evento. George Strait, con más de 60 sencillos número uno y una carrera de cinco décadas, es presentado como un símbolo de la música country clásica y la tradición estadounidense
Reacciones y contexto
Bad Bunny aún no ha respondido públicamente a las críticas, pero la polémica ha generado reacciones de figuras como la congresista Marjorie Taylor Greene, quien cuestionó la decisión de la NFL. Mientras tanto, artistas como Jennifer López han mostrado su apoyo al reguetonero, destacando la importancia de su participación en el evento
Conclusión
La petición para reemplazar a Bad Bunny con George Strait en el Super Bowl 2026 refleja las tensiones culturales en torno a la representación artística en eventos masivos. Mientras la NFL mantiene su decisión, el debate continúa sobre qué tipo de actuación debe ocupar el escenario más grande del fútbol americano.