Un predicador salvadoreño de 74 años, identificado como Miguel Tomás López Andrade, fue arrestado en Houston, Texas, acusado de abuso sexual continuo de una menor. Las autoridades del condado Harris confirmaron que el delito, clasificado como grave de primer grado, ocurrió entre 2012 y 2016, cuando la víctima, “Sofía”, tenía entre ocho y doce años. López Andrade, quien ejercía como predicador en una iglesia local, aprovechó su posición de confianza para cometer los abusos, ya que fungía como cuidador temporal de la niña mientras su padre estaba hospitalizado, según una publicación de Univisión.
La víctima, cuya identidad se protege por seguridad, rompió el silencio años después y denunció que López Andrade la manipuló emocionalmente para evitar que revelara los hechos. El arresto del acusado se llevó a cabo el pasado 5 de octubre de 2025, y aunque un tribunal impuso una fianza de 100 mil dólares y medidas restrictivas como un toque de queda, López Andrade recuperó su libertad tras pagar el monto establecido. Actualmente, espera su juicio, programado para el próximo 21 de noviembre.
Un llamado a la justicia y la denuncia
Sofía, quien sufrió el abuso durante cuatro años, compartió un mensaje dirigido a otras posibles víctimas, instándolas a perder el miedo y denunciar. “La justicia va a estar ahí”, aseguró, destacando la importancia de alzar la voz para evitar que estos crímenes queden impunes. Su testimonio subraya la vulnerabilidad de las víctimas cuando los agresores ocupan roles de autoridad o confianza dentro de sus comunidades.
El caso de López Andrade no solo expone los riesgos que enfrentan los menores en entornos aparentemente seguros, sino que también plantea preguntas sobre la supervisión y protección de las víctimas en contextos religiosos y familiares. Las autoridades continúan investigando si existen más afectados, mientras la fiscalía prepara las pruebas para el juicio. Este proceso judicial podría sentar un precedente en la lucha contra el abuso sexual en comunidades migrantes.
La fiscalía del condado Harris ha reiterado su compromiso de perseguir este tipo de delitos con todo el peso de la ley, especialmente cuando los acusados ocupan posiciones de influencia. Mientras tanto, organizaciones de apoyo a víctimas han ofrecido acompañamiento a Sofía y han recordado a la comunidad la importancia de estar alerta ante señales de abuso, incluso cuando provienen de figuras respetadas.
El juicio de López Andrade, programado para el 21 de noviembre, será seguido de cerca por la comunidad salvadoreña en Houston y por grupos defensores de los derechos de la infancia. Este caso también ha reavivado el debate sobre la necesidad de protocolos más estrictos en instituciones religiosas para prevenir y detectar situaciones de abuso, así como la urgencia de brindar herramientas legales y psicológicas a las víctimas para que puedan denunciar sin temor-