Con información de Hugo Aguilar, colaborador
La borrasca Benjamin, que se desplaza desde el Reino Unido hacia el Mediterráneo, ha desatado un temporal de vientos intensos que afecta a gran parte de Catalunya este jueves, Barcelona no es la excepción.
Rachas que superan los 90 km/h en el área metropolitana han activado protocolos de emergencia en varios ayuntamientos, llevando al cierre preventivo de parques, jardines y paseos marítimos para proteger a la ciudadanía de caídas de árboles, ramas y mobiliario urbano. El episodio, calificado como de “alto riesgo” por el Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat), ha dejado un reguero de incidentes: interrupciones en el servicio de trenes, decenas de avisos a los Bombers de la Generalitat y hasta un fallecido por ahogamiento en el litoral tarraconense.
El Ayuntamiento de Barcelona fue uno de los primeros en reaccionar, activando a las 8 de la mañana el Plan de Actuación Municipal por ventadas en fase de alerta. Esto implicó el cierre inmediato de los 160 parques y jardines de la ciudad, incluyendo emblemáticos espacios como el Parc de la Ciutadella o el Montjuïc, donde el riesgo de desprendimientos es mayor debido a la densidad arbórea. “La prioridad es la seguridad de las personas; el viento puede derribar ramas o árboles en cualquier momento, y no queremos lamentar accidentes evitables”, explicó en un comunicado el consistorio barcelonés. La medida se extenderá hasta que Meteocat levante la alerta naranja (peligro alto) en el Barcelonès, prevista para esta noche.
Otros municipios de Barcelona afectados
La respuesta no se limitó a la capital. Municipios colindantes como Sabadell, Granollers y Mataró, en la provincia de Barcelona, también han clausurado sus zonas verdes y jardines públicos. En Santa Coloma de Gramenet, un árbol cayó sobre la vía pública en la Plaça de la Vila, sin causar heridos gracias a la rápida intervención de Parcs i Jardins. Protecció Civil de la Generalitat ha activado el Plan Ventcat a nivel autonómico, recomendando a la población evitar desplazamientos innecesarios, asegurar objetos en fachadas y balcones, y no acercarse a zonas arboladas o expuestas. “Vigilen el mobiliario urbano, las grúas y los vehículos aparcados; el viento puede hacer caer cualquier cosa”, advirtieron desde el 112.
En las comarcas costeras, el temporal ha cobrado un matiz marítimo más agresivo. En El Maresme, el incremento del oleaje –con olas de hasta 4 metros según AEMET– ha forzado el cierre de paseos marítimos en localidades como Mataró y Arenys de Mar, donde el mar ha invadido carriles bici y accesos peatonales. Aunque no se reportan inundaciones masivas como en temporales pasados, las autoridades han izado banderas rojas en playas y prohibido actividades náuticas. Más al sur, en Tarragona, el fuerte oleaje ha sido letal: un hombre ha fallecido ahogado en la Cala de la Roca Plana, y una mujer fue rescatada en la misma zona por los serveis d’emergències. “El mar está muy alterado; eviten los espigones y rompeolas”, alertó Protecció Civil, que ha registrado un pico de malas condiciones en el litoral central.
El transporte no ha escapado al vendaval. La línea R1 de Rodalies, que une Barcelona con el Maresme, sufrió interrupciones durante horas entre L’Hospitalet y Badalona debido a una gran carpa arrastrada por el viento que se encalló en las vías. Los trenes circularon con hasta 30 minutos de retraso, y se activó un servicio por carretera entre Rubí y Martorell en la R8. En la R4, los retrasos medios fueron de 15 minutos por circulación en vía única. Renfe informó que la normalidad se restableció hacia las 19 horas, pero con demoras residuales. Además, se han reportado cortes temporales en semáforos –como en la ronda de Dalt– y la caída de rótulos comerciales en el Eixample. Lo más llamativo: varias luces de Navidad, instaladas prematuramente en calles como Balmes y Consell de Cent, han sido derribadas por las ráfagas, obligando a los equipos municipales a una recogida exprés para evitar riesgos.
Los Bombers de la Generalitat han atendido más de 976 incidencias hasta las 19 horas, principalmente por retirada de árboles caídos (en calles como Mallorca, Provença o Nicaragua), saneamiento de fachadas y revisión de elementos urbanos. El Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) ha registrado 26 atenciones por golpes o caídas relacionadas con el viento, sin gravedad extrema salvo el caso fatal en Tarragona. En total, el teléfono de emergencias 112 ha recibido 1.217 llamadas, un récord para un episodio ventoso de esta magnitud.
Meteocat atribuye el temporal a la borrasca Benjamin, que trae vientos de componente oeste y un descenso térmico de hasta 5 grados. El pico se espera entre las 14 y 17 horas, con rachas superiores a 100 km/h en el prelitoral. La alerta se cerrará sobre las 20:45 horas, aunque el oleaje persistirá en costas expuestas. Este no es el primer aviso otoñal: octubre de 2025 ya acumula temperaturas récord, sumando al cambio climático episodios más frecuentes e intensos.
Mientras los equipos de limpieza trabajan contrarreloj, las autoridades piden prudencia. “Este es el primer vendaval serio del otoño; salgamos con ‘pedres a les butxaques'”, bromeó el meteorólogo Barrufet del Temps en redes sociales, recordando la necesidad de previsión. Para más actualizaciones, consulte Meteocat o el 112. La normalidad regresará pronto, pero el mensaje es claro: el clima no da tregua.


