A partir del 10 de octubre de 2025, la Administración del Ciberespacio de China (CAC), junto al Ministerio de Cultura y Turismo y la Administración Estatal de Radio y Televisión (NRTA), exige que influencers acrediten formación universitaria o licencias profesionales para publicar sobre medicina, derecho, finanzas o educación en plataformas como Weibo y Douyin.
Esta medida, parte de la campaña “Qinglang” 2025, busca frenar la desinformación que ha generado fraudes y decisiones perjudiciales, como consejos médicos falsos o estafas financieras.
Las plataformas deben verificar credenciales, con sanciones de hasta 100.000 yuanes (14.000 USD) o cierre de cuentas por incumplimiento. En septiembre, Douyin y Weibo reportaron suspensiones masivas de cuentas no verificadas.
China impone el Debate sobre libertad de expresión
La regulación ha generado posturas divididas. Medios chinos y plataformas como Douyin defienden que protege a los usuarios de “charlatanes digitales”, mientras analistas internacionales, como MIT Technology Review, advierten que refuerza el control estatal sobre el discurso, limitando voces independientes en un contexto de estricta vigilancia digital. En X, usuarios elogian la calidad del contenido, pero otros temen censura encubierta.
Impacto en el ecosistema digital
Con más de 1.000 millones de usuarios en internet, China busca un entorno digital más confiable, pero la medida podría reducir la diversidad de opiniones.
Expertos predicen que creadores certificados dominarán, estabilizando el mercado. La verificación obligatoria plantea retos de privacidad y ejecución, según Business Insider, en un país donde el control online es ya riguroso.