Una nueva variante del virus de la influenza, conocida como H3N2 subclade K, está generando alertas sanitarias en Estados Unidos. Expertos advierten que esta cepa mutada podría originar una temporada gripal más severa de lo habitual, afectando especialmente a ancianos y niños pequeños.
La H3N2 subclade K emergió durante la primera mitad de este año tras sumar varias mutaciones. Según Andrew Pekosz, virólogo de la Universidad Johns Hopkins, esta variante tiene la capacidad de evadir la inmunidad generada por la vacuna antigripal, lo que la convierte en una amenaza significativa. El especialista destacó que esta cepa ya ha causado brotes intensos en países como Japón y Reino Unido, donde las autoridades han declarado epidemias anticipadas.
Impacto en Norteamérica y Europa
En Canadá, las cifras también muestran un incremento en los casos, y los científicos advierten sobre el desfase entre la variante incluida en la vacuna y la H3N2 subclade K. Esta situación podría resultar en una menor protección para la población. En Estados Unidos, aunque los casos aún son bajos, los datos de los CDC indican un aumento progresivo, especialmente entre menores.
A pesar de que la vacuna antigripal actual no incluye específicamente la subclade K, los expertos recomiendan su aplicación. Robert Hopkins Jr., director médico de la Fundación Nacional para las Enfermedades Infecciosas, explicó que la vacuna sigue siendo la principal herramienta para reducir hospitalizaciones y casos graves. “No es demasiado tarde para vacunarse; la inmunidad se establece a las dos semanas de recibir la dosis”, afirmó Pekosz.
Los síntomas de la nueva variante H3N2 incluyen fiebre, escalofríos, dolores musculares, fatiga intensa y congestión nasal. Los especialistas recomiendan actualizar las vacunas, realizar pruebas ante síntomas, aislarse en caso de infección y mantener medidas de higiene como el lavado frecuente de manos y el uso de mascarillas en ambientes cerrados.