La psoriasis es mucho más que una afección cutánea. Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica que, si no se trata a tiempo, puede afectar no solo la piel, sino también las articulaciones y la salud general. En el marco del Día Mundial de la Psoriasis, especialistas destacan la importancia de un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado para prevenir complicaciones graves.
¿Qué es la psoriasis?
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria, sistémica y no contagiosa que se caracteriza por la aparición de placas rojas cubiertas de escamas blancas en zonas como codos, rodillas, tronco y cuero cabelludo. Según la Federación Internacional de Asociaciones de Psoriasis (IFPA), afecta a más de 60 millones de personas en el mundo y puede desencadenar problemas de salud como artritis psoriásica, enfermedades cardiovasculares, diabetes y depresión.
A pesar de su impacto, muchas veces se minimiza como un problema estético, pero en realidad es una condición que requiere atención médica integral.
La importancia del tratamiento temprano
El Dr. Gabriel Magariños, dermatólogo del Hospital Houssay de Vicente López, explicó que “la intervención temprana puede modificar el curso de la enfermedad”. Cuando se actúa rápido, se puede evitar que la inflamación deje una huella irreversible en la piel, las articulaciones y otros órganos.
Los avances en medicina han permitido el desarrollo de terapias biológicas que bloquean la interleuquina 23 (IL-23), una molécula clave en la vía inflamatoria. Estos tratamientos no solo reducen las lesiones cutáneas en más del 90%, sino que también mejoran el pronóstico articular y restauran parcialmente la función inmunológica alterada.
Beneficios del tratamiento temprano
- Menor deterioro articular: Los pacientes que comienzan el tratamiento en fases tempranas tienen menos recaídas y mejor respuesta sostenida.
- Reducción de complicaciones: Evita problemas asociados como enfermedades cardíacas, obesidad y depresión.
- Mejora en la calidad de vida: Un abordaje integral desde el inicio reduce el impacto físico, emocional y social de la enfermedad.
El Dr. Magariños advirtió que “muchos pacientes no acceden a terapias adecuadas hasta que la enfermedad ya está avanzada”, lo que dificulta la reversión de los daños. Por eso, es fundamental no subestimar los síntomas y buscar atención médica desde las primeras señales.
La IFPA promueve una estrategia global que incluye educación, diagnóstico precoz y acceso equitativo a terapias avanzadas. El objetivo es mejorar la calidad de vida de quienes conviven con esta enfermedad y prevenir complicaciones a largo plazo.