En los últimos años, el interés por los suplementos para mejorar la salud mental ha crecido, impulsado por la búsqueda de alternativas “naturales” a los medicamentos tradicionales. Sin embargo, la ciencia muestra que la mayoría no cumple con sus promesas.
La evidencia científica detrás de los suplementos
Según una revisión reciente, la mayoría de los suplementos comercializados para tratar la depresión y la ansiedad no tienen respaldo científico sólido. Productos como multivitamínicos, vitamina B, mezclas herbales y melatonina no han demostrado eficacia significativa en estudios clínicos.
Incluso los suplementos de omega-3, promocionados como aliados del bienestar emocional, no superaron las expectativas: de 39 estudios analizados, 23 no hallaron diferencias relevantes frente a un placebo.
Los suplementos con algún respaldo científico
Aunque la mayoría de los suplementos no cumplen con lo que prometen, algunos sí muestran beneficios en investigaciones recientes:
- Hierba de San Juan: 16 de 26 ensayos reportaron mejoría en síntomas de depresión leve o moderada.
- Probióticos: 9 de 16 estudios indicaron reducción de síntomas depresivos.
- Vitamina D: 6 de 9 estudios mostraron efectos positivos en depresión leve o moderada.
- Azafrán: Aunque los estudios son limitados, algunos muestran resultados alentadores.
Sin embargo, la evidencia sigue siendo insuficiente para recomendar su uso generalizado. Los expertos destacan que hacen falta más investigaciones para determinar dosis, formatos y eficacia real.
Riesgos y advertencias
Los suplementos no están exentos de riesgos. La falta de regulación estricta en el mercado aumenta la posibilidad de contaminación, dosis incorrectas o ingredientes ocultos.
Además, algunos suplementos, como la hierba de San Juan, pueden interactuar de manera peligrosa con medicamentos antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).
¿qué debes considerar?
Aunque los suplementos pueden parecer una opción segura y accesible, la ciencia no respalda la mayoría de sus beneficios. Si estás considerando su uso, consulta primero con un profesional de la salud para evitar complicaciones y garantizar un enfoque seguro.