El queso es un alimento delicioso y versátil, pero no todos son iguales cuando se trata de la salud del corazón. Según el Dr. Tariqshah Syed, jefe de cardiología del Holy Name Medical Center en Nueva Jersey, algunos quesos pueden elevar el colesterol LDL (conocido como “colesterol malo”) y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares si se consumen en exceso.
¿Cómo afecta el queso al corazón?
El impacto del queso en la salud cardiovascular depende de tres factores clave:
- El tipo de queso: Algunos tienen más grasa saturada y sodio que otros.
- La cantidad consumida: El exceso puede elevar el colesterol y la presión arterial.
- Los alimentos con los que se combina: Acompañarlo con opciones saludables puede reducir su impacto negativo.
La Asociación Estadounidense del Corazón recomienda que las grasas saturadas representen menos del 6% del total de calorías diarias. En una dieta de 2,000 kcal, esto equivale a 13 gramos al día. Superar esta cantidad puede alterar los niveles de colesterol y aumentar la presión arterial.
Los quesos que más dañan al corazón
Según el Dr. Syed, los quesos más perjudiciales para la salud cardiovascular son aquellos con alto contenido de grasa saturada y sodio. Entre ellos destacan:
- Queso cheddar:
- Contiene 35 gramos de grasa total por porción, de los cuales 22 gramos son saturados.
- Una media taza aporta 364 mg de sodio, lo que puede elevar la presión arterial.
- Queso parmesano:
- Alto en grasas saturadas y sal, lo que afecta el colesterol LDL y la presión arterial.
- Mascarpone:
- El peor para el corazón: una porción aporta 29 gramos de grasa saturada y 44 gramos de grasa total.
Quesos más saludables para el corazón
No todos los quesos son perjudiciales. El Dr. Syed recomienda opciones bajas en grasa y sodio, como:
- Mozzarella: Bajo en grasa y sodio, ideal para quienes cuidan su corazón.
- Ricotta: Aporta proteínas y calcio sin elevar tanto el colesterol.
- Requesón: Contiene menos grasa saturada y es rico en nutrientes esenciales.
Consejos para disfrutar el queso sin dañar el corazón
- Modera las porciones: Consume quesos altos en grasa con moderación.
- Combínalo con alimentos saludables: Acompáñalo con frutas, verduras o granos integrales.
- Revisa las etiquetas: Elige opciones bajas en grasa saturada y sodio.
- Prioriza calidad sobre cantidad: Opta por quesos frescos y menos procesados.
El queso puede ser parte de una dieta equilibrada, pero es importante elegir las opciones más saludables y consumirlas con moderación. Si tienes problemas de colesterol o presión arterial, opta por quesos bajos en grasa y sodio, y siempre acompáñalos con alimentos que beneficien tu salud cardiovascular.