A partir de los 40 años, el cuerpo comienza a experimentar cambios fisiológicos que pueden afectar la energía, el metabolismo y la salud cardiovascular. Por eso, los expertos recomiendan realizar chequeos médicos regulares, especialmente cuatro análisis de sangre clave que permiten detectar alteraciones a tiempo y tomar medidas preventivas.
1. Perfil lipídico (colesterol y triglicéridos)
El perfil lipídico es fundamental para evaluar los niveles de colesterol total, HDL (colesterol bueno), LDL (colesterol malo) y triglicéridos. A partir de los 40 años, la capacidad del cuerpo para eliminar el LDL disminuye, lo que incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Mantener estos valores bajo control mediante una alimentación saludable y ejercicio regular es crucial para prevenir problemas como la aterosclerosis y los infartos.
2. Función tiroidea (T3, T4 y TSH)
La tiroides regula el metabolismo, la temperatura corporal y el ritmo cardíaco. Un desequilibrio en las hormonas T3, T4 y TSH puede causar síntomas como cansancio, aumento de peso o colesterol elevado. El hipotiroidismo, en particular, afecta a un 10% de la población, y su prevalencia es mayor en mujeres mayores de 60 años. Detectar alteraciones en la tiroides a tiempo permite ajustar el tratamiento y mejorar la calidad de vida.
3. Glucosa en sangre y hemoglobina glicosilada (HbA1c)
El análisis de glucosa en sangre y la hemoglobina glicosilada (HbA1c) son esenciales para detectar diabetes tipo 2 o prediabetes. A partir de los 40 años, el riesgo de desarrollar estas condiciones aumenta, especialmente en personas con antecedentes familiares o sobrepeso. Un diagnóstico temprano permite implementar cambios en la dieta, aumentar la actividad física y, si es necesario, iniciar un tratamiento farmacológico para evitar complicaciones.
4. Niveles de testosterona
Los niveles de testosterona comienzan a disminuir a partir de los 30-40 años, tanto en hombres como en mujeres. Esta hormona influye en la salud cardiovascular, el peso corporal y el bienestar emocional. Un déficit de testosterona puede causar fatiga, pérdida de masa muscular y cambios en el estado de ánimo. Monitorear estos niveles ayuda a identificar desequilibrios y tomar medidas para mantener un estilo de vida saludable.
Recomendaciones adicionales
Además de estos análisis, es importante realizar chequeos de presión arterial y evaluaciones de otros marcadores, como transaminasas (para evaluar la función hepática) y creatinina (para monitorear la función renal). Los expertos también sugieren revisiones oftalmológicas y densitometrías óseas para detectar problemas como glaucoma o osteoporosis, que pueden aparecer con mayor frecuencia a partir de esta edad.
Conclusión
Realizar estos cuatro análisis de sangre de manera regular después de los 40 años es una estrategia preventiva clave para mantener una buena salud. La detección temprana de alteraciones permite tomar acciones correctivas y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. Siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud para interpretar los resultados y recibir orientación personalizada.