Un juzgado de San Juan Opico ordenó prisión preventiva para 13 aficionados del Alianza tras una audiencia nocturna por los disturbios y el ataque al autobús del equipo FAS, ocurridos el 25 de octubre. La medida, que establece un precedente en la aplicación de la ley a incidentes de violencia deportiva, se decretó específicamente por el delito de desórdenes públicos agravados, mientras continúan las investigaciones.
La Fiscalía acusó a los implicados de tres delitos distintos: daños agravados, lesiones y desórdenes públicos agravados, demostrando la seriedad con la que se aborda la violencia en el fútbol salvadoreño.


Prisión preventiva para aficionados del Alianza por violencia
La resolución del juzgado permitió la conciliación entre las partes en relación con los delitos de daños agravados y lesiones. Por el daño al autobús, los imputados entregaron $2,500 al dueño del vehículo afectado, cubriendo la responsabilidad civil correspondiente. Por las lesiones causadas a cuatro víctimas, cada una recibió $200.
Sin embargo, el acuerdo económico no detuvo la acción penal por la falta más grave. El juzgado dictaminó prisión preventiva para los 13 aficionados del Alianza por desórdenes públicos agravados. Esta decisión judicial es una clara señal de que la impunidad en la violencia asociada al deporte ha terminado.


La firmeza en este caso sirve como un mensaje para cualquier aficionado, sin importar su afiliación deportiva, que piense que puede actuar violentamente y quedar sin castigo. La sentencia subraya que los días en que los ataques y destrozos quedaban impunes han quedado atrás.
Los aficionados del Alianza permanecerán en cárcel mientras avanzan las diligencias judiciales correspondientes al delito no conciliado. Este caso refuerza el compromiso de las autoridades con mantener la seguridad y el orden en los eventos deportivos.

