El Observatorio de Amenazas del Ministerio de Medio Ambiente declaró alerta amarilla para todo el territorio salvadoreño debido a un sistema de mal tiempo compuesto por la Zona de Convergencia Intertropical, una depresión tropical en el Caribe y una onda tropical que se aproxima al país.
Las lluvias, que se intensificarán desde este martes, ponen en riesgo a 12 ríos principales, zonas costeras y áreas montañosas, con alto peligro de inundaciones repentinas, deslizamientos y desbordes, especialmente en la cuenca del Lempa, los ríos Grande de San Miguel, Goascorán y Paz, así como en la Bahía de Jiquilisco y el Estero de Jaltepeque.
Zonas de mayor riesgo y posibles afectaciones
Según el informe técnico emitido a las 10:30 a.m., las precipitaciones —que irán de moderadas a fuertes— podrían causar:
- Caída de árboles y postes eléctricos, generando cortes de energía prolongados.
- Bloqueos en carreteras, especialmente en la Panamericana y la Litoral, donde el suelo ya está saturado.
- Crecidas súbitas en ríos, con riesgo para comunidades cercanas a Usulután, Chalatenango y la zona oriental.
- Deslaves en laderas de volcanes y la cadena montañosa norte, donde la deforestación agrava la inestabilidad del terreno.
La Dirección General de Protección Civil activó el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional y ordenó a las comisiones departamentales redoblar la vigilancia en zonas críticas. Las tormentas eléctricas, que se intensificarán por la tarde y noche, aumentan el riesgo de rayos, vientos fuertes y daños en infraestructura.
Advertencias clave para la población
- Zona costera: Se espera oleaje acelerado y corrientes de retorno peligrosas, por lo que se recomienda suspender actividades marítimas no esenciales y evitar playas como El Tunco, El Cuco y La Libertad.
- Ríos y quebradas: No transitar cerca de cauces, incluso horas después de que cesen las lluvias, debido al riesgo de arrastre de escombros y crecidas repentinas.
- Comunidades vulnerables: Los asentamientos cercanos a los ríos Lempa y Jiboa deben estar preparados para evacuaciones preventivas.
Contexto histórico y fragilidad del territorio
Eventos similares, como las inundaciones de 2022 en Usulután o los deslizamientos en Chalatenango, han demostrado la vulnerabilidad de varias zonas, donde la deforestación y la urbanización descontrolada empeoran los efectos de los fenómenos naturales. La depresión tropical 9, aunque aún no se convierte en huracán, podría prolongar las lluvias hasta la próxima semana, manteniendo en riesgo a suelos ya saturados.
Las autoridades instan a la población a mantenerse informada por canales oficiales y acatar las órdenes de evacuación. Hasta el momento, no se reportan emergencias graves, pero los equipos de socorro están en máxima alerta para responder a posibles crisis.