El Aeropuerto Internacional de El Salvador “San Óscar Arnulfo Romero y Galdámez” se convirtió en el epicentro de un hito económico con el arranque de la segunda fase de su Plan de Modernización.
La colocación de la primera piedra de una nueva terminal marcó el inicio de un proyecto ambicioso, impulsado por el gobierno de Nayib Bukele y ejecutado por la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), que promete transformar la infraestructura aérea del país.
Federico Anliker, presidente de CEPA, destacó en una entrevista en Frente a Frente que esta etapa ampliará la capacidad de la terminal, consolidando al aeropuerto como el más moderno, seguro y eficiente de Centroamérica.
El impacto económico podría ser significativo: un aeropuerto renovado atraería más vuelos internacionales, impulsando el turismo y el comercio.