La ex actriz de cine para adultos Devyn Michaels, de 47 años, será juzgada en Nevada por el brutal asesinato y decapitación de Jonathon Willette, quien fue padre de sus dos hijos. La fiscalía del estado de Nevada acusa a Michaels conocida también por sus nombres artísticos como Nikki Fairchild y Tracee Taverez de haber planificado el crimen con un motivo escalofriante: casarse con Deviere Willette, el hijo de la víctima y actual esposo de la acusada.
Los investigadores sostienen que la mujer actuó movida por el deseo de iniciar una nueva vida junto al joven, sin importar las consecuencias. El caso ha causado conmoción por los lazos familiares y las circunstancias que rodean el homicidio.

Los motivos y el horror del hallazgo: claves de la escena del crimen
El cuerpo de Jonathon Willette fue hallado en Henderson, decapitado y con el cuerpo rociado con químicos para borrar todas las evidencias. La cabeza de la víctima jamás fue localizada. Las autoridades acusan a Michaels de golpear, decapitar y, posteriormente, intentar disolver los restos.

La Fiscalía, encabezada por John Giordani, argumenta que el motivo del crimen fue una combinación de celos y el deseo de control familiar, sosteniendo que Devyn Michaels quería criar a sus hijas con su actual pareja, Deviere.
Esto refuerza el hecho del asesinato que ocurrió poco después de que Willette ganara la disputa por la custodia de los niños, además de los antecedentes previos de Michaels por maltrato infantil. En contraste, la defensa de Michaels rechaza esta teoría y apunta directamente a su actural esposo como el verdadero autor del homicidio.