El cierre del gobierno de Estados Unidos, que supera los 30 días, ha desatado un caos en los aeropuertos del país, con miles de controladores aéreos y agentes de la TSA trabajando sin pago. Esto ha provocado ausentismo masivo, retrasos en vuelos y cancelaciones, afectando a casi la mitad de los 30 aeropuertos más transitados.
La FAA reporta una escasez crónica de 3,000 a 3,500 controladores, agravada por el cierre. En las últimas 48 horas, 35 instalaciones de la FAA enfrentaron problemas de personal, generando retrasos de hasta 12 horas. El viernes 1 de noviembre, se registraron 2,200 retrasos y 300 cancelaciones, mientras que el domingo 2, las cifras aumentaron a 787 retrasos y 242 cancelaciones.
Aeropuertos más afectados
Los aeropuertos más afectados incluyen LaGuardia (Nueva York), con un 50% de vuelos retrasados y un 80% de ausentismo de controladores, y Orlando International, donde se prohibieron aterrizajes temporalmente. En Houston, las colas de seguridad superaron las 3 horas, mientras que en Los Ángeles y Denver, los retrasos promediaron entre 60 y 140 minutos.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, y el vicepresidente JD Vance advirtieron sobre un “desastre inminente” para noviembre, especialmente durante las vacaciones de Acción de Gracias. La Asociación Nacional de Controladores Aéreos (NATCA) alertó sobre la fatiga extrema del personal, lo que podría comprometer la seguridad.
El impasse político entre republicanos y demócratas, con el presidente Trump presionando por recortes en programas como SNAP, sigue sin resolución. Mientras tanto, los viajeros enfrentan cancelaciones y recomiendan verificar el estado de sus vuelos en apps como FlightAware.