El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera ministra de Japón, Sanae Takaichi, formalizaron hoy en Tokio un acuerdo bilateral por $550 mil millones en inversiones y cooperación en defensa. Este pacto refuerza la alianza estratégica entre ambos países y marca un hito en las relaciones diplomáticas durante la gira asiática de Trump.
La ceremonia, realizada en el Palacio Akasaka, incluyó la firma de documentos que consolidan compromisos en comercio, minerales críticos y seguridad. Takaichi, la primera mujer en liderar el gobierno japonés, destacó que este acuerdo es un paso decisivo para garantizar la estabilidad en el Indo-Pacífico y fortalecer la economía de ambas naciones. Trump, por su parte, elogió a su homóloga como una líder excepcional y aseguró que los fondos se destinarán a revitalizar sectores clave en Estados Unidos.
El acuerdo abarca inversiones japonesas en energía, inteligencia artificial e infraestructura en Estados Unidos, además de la reducción de aranceles para productos japoneses. También incluye un plan para diversificar la cadena de suministro de minerales críticos, reduciendo la dependencia de China, y un compromiso de Japón para aumentar su gasto en defensa al 2% de su PIB.
Un pacto histórico con implicaciones globales
El marco firmado hoy no es completamente nuevo, sino la implementación de un acuerdo preliminar alcanzado en julio de 2025. Sin embargo, su formalización envía un mensaje claro a la región sobre la unidad entre Estados Unidos y Japón frente a desafíos geopolíticos. Analistas señalan que este pacto podría tensionar las relaciones con China, que controla gran parte del mercado de minerales críticos.
El acuerdo también incluye la compra de equipos militares estadounidenses por parte de Japón, lo que refuerza la cooperación en seguridad. Takaichi, conocida por su postura firme contra China, reafirmó el compromiso de su país con una región Indo-Pacífica libre y abierta. Mientras tanto, Trump destacó que este pacto beneficiará directamente a la economía estadounidense, con inversiones que generarán empleo y crecimiento.
El anuncio generó reacciones mixtas en redes sociales, donde algunos usuarios celebraron el fortalecimiento de la alianza, mientras que otros criticaron las concesiones hechas por Japón. A pesar de las críticas internas en Tokio por el alto costo del acuerdo, Takaichi defendió su decisión como necesaria para asegurar la seguridad y prosperidad de Japón en un contexto global complejo.