La Asamblea Legislativa de El Salvador dio un paso crucial en la gestión de fondos internacionales al aprobar la utilización de un préstamo por 270 millones de dólares provenientes del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF). Esta decisión, ratificada en la sesión plenaria del pasado 2 de diciembre de 2025, tiene como objetivo principal financiar el ambicioso “Programa de Desarrollo de la Infraestructura de Transporte y Resiliencia en El Salvador”.
Este programa se centra en la mejora sustancial de la red vial nacional y la construcción de obras que mitiguen los efectos del cambio climático, una preocupación creciente en la región centroamericana. La medida se considera estratégica para impulsar la competitividad económica del país, que históricamente ha enfrentado desafíos logísticos derivados de una infraestructura de transporte que requiere modernización constante.
Financiamiento del BIRF para Infraestructura Resiliente
Los fondos serán administrados por el Ministerio de Obras Públicas y Transporte (MOPT), buscando asegurar la transparencia y la ejecución eficiente de los proyectos que abarcarán carreteras, puentes y sistemas de drenaje vitales, especialmente en las zonas costeras y áreas de alto riesgo de inundación.
El financiamiento, gestionado con el apoyo del Ministerio de Hacienda, se enmarca en la visión gubernamental de utilizar deuda blanda para proyectos de alto impacto social y económico. El BIRF, como brazo crediticio del Banco Mundial para países de renta media, ofrece condiciones financieras favorables, incluyendo tasas de interés bajas y plazos de amortización extendidos, lo que minimiza la presión sobre las finanzas públicas a corto plazo.
Expertos en desarrollo coinciden en que la inversión en infraestructura resiliente no solo facilita el comercio y el turismo, sino que también protege las vidas y los medios de subsistencia de las comunidades más vulnerables ante desastres naturales. Los antecedentes de El Salvador, que se encuentra en el “Anillo de Fuego del Pacífico”, hacen imperativa la adopción de estándares de construcción que resistan sismos y eventos hidrometeorológicos extremos.
La aprobación de estos recursos del BIRF marca la diferencia para asegurar que los nuevos proyectos viales no solo conecten a las personas, sino que perduren en el tiempo, cumpliendo con las normativas internacionales de sostenibilidad y resiliencia adoptadas por el país en los últimos años. La ejecución de estos fondos comenzará de inmediato, priorizando proyectos en la zona oriental y occidental del territorio.
Los detalles del acuerdo con el BIRF estipulan un seguimiento riguroso del gasto y la implementación de indicadores de desempeño que serán monitoreados por la entidad internacional. Se espera que una porción significativa de los 270 millones de dólares se destine a la tecnología y la digitalización de los procesos de gestión del tráfico y mantenimiento vial, complementando otros esfuerzos gubernamentales por modernizar el aparato estatal.
El Ministro de Hacienda enfatizó que estos fondos son cruciales para complementar el presupuesto nacional en el rubro de inversión pública, permitiendo al gobierno ejecutar proyectos de gran envergadura sin desatender otras áreas sociales prioritarias. La colaboración con el BIRF es un pilar fundamental de la estrategia de financiamiento externo, que busca diversificar las fuentes de capital para el desarrollo nacional.
