Un deslizamiento de tierra en Sudán destruyó por completo una aldea en la zona de las montañas de Marra, en el oeste del país, causando la muerte de más de 1,000 personas, entre ellas hombres, mujeres y niños. Según el Movimiento/Ejército de Liberación de Sudán, liderado por Abdelwahid Mohamed Nour, el desastre natural ocurrió el 31 de agosto de 2025 tras días de fuertes lluvias, dejando solo un superviviente y una comunidad entera bajo escombros.
Una aldea arrasada en medio de la crisis humanitaria
La aldea, ubicada en la región de Darfur, quedó completamente destruida, y las autoridades locales han solicitado ayuda urgente a la ONU y agencias internacionales para recuperar los cuerpos de las víctimas. Este trágico evento se produce en un contexto de guerra civil, que ha dejado a más de la mitad de la población sudanesa en una situación crítica de hambre y ha obligado a millones a abandonar sus hogares.
Los residentes de la zona habían buscado refugio en las montañas de Marra para escapar de los combates entre el ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), pero las condiciones climáticas extremas agravaron su vulnerabilidad. La región ya enfrentaba una escasez de alimentos y medicamentos, lo que dificulta aún más la respuesta a esta emergencia.
Llamado a la ayuda internacional
El Movimiento de Liberación de Sudán ha hecho un llamado urgente a la comunidad internacional para que brinde apoyo en la recuperación de los cuerpos y la asistencia a los afectados. La tragedia se suma a una serie de crisis que azotan al país, incluyendo inundaciones, brotes de cólera y desplazamientos masivos debido al conflicto armado.
El gobernador de Darfur, Minni Arko Minawi, describió la situación como una “tragedia humanitaria que trasciende las fronteras de la región”, y pidió ayuda internacional inmediata para enfrentar las consecuencias del deslizamiento y apoyar a las familias afectadas.
Contexto de la crisis en Sudán
Sudán lleva dos años sumido en una guerra civil que ha dejado miles de muertos y millones de desplazados. La región de Darfur, en particular, ha sido una de las más afectadas, con infraestructura colapsada, falta de acceso a servicios básicos y condiciones climáticas adversas que aumentan el riesgo de desastres naturales.
Este deslizamiento no es un caso aislado: inundaciones y corrimientos de tierra son recurrentes durante la temporada de lluvias, afectando a comunidades que ya viven en condiciones precarias. Organizaciones humanitarias advierten que la situación podría empeorar si no se toman medidas urgentes para prevenir futuros desastres y brindar ayuda a los sovrevivientes.