Un potente sismo de magnitud 8.7 sacudió la región al este de Petropavlovsk-Kamchatsky, Rusia, este 29 de julio de 2025. El evento, resultado de una falla inversa superficial, ocurrió en la zona de subducción del Arco de Kuril–Kamchatka, donde la placa del Pacífico se mueve hacia el oeste-noroeste con respecto a la placa de América del Norte a una velocidad de aproximadamente 77 mm/año.
“El terremoto de magnitud 8.7 del 29 de julio de 2025 al este de Petropavlovsk-Kamchatsky, Rusia, ocurrió como resultado de una falla inversa superficial. En la ubicación de este terremoto, la placa del Pacífico se mueve hacia el oeste-noroeste con respecto a la placa de América del Norte a aproximadamente 77 mm/año. Tenga en cuenta que la placa de América del Norte se extiende hacia el oeste más allá del continente norteamericano. La ubicación y el sentido del movimiento del terremoto son consistentes con la falla en la interfaz de la zona de subducción del Arco de Kuril-Kamchatka”, dijo la USGS.
Este sismo se alinea con el movimiento de la placa y es consistente con una falla en la interfaz de la zona de subducción. Los terremotos de esta magnitud, aunque se suelen representar como puntos en los mapas, abarcan una vasta área de deslizamiento, estimándose para este evento una extensión de aproximadamente 390 km de largo por 140 km de ancho.
Rusia: Un historial sísmico activo
El Arco de Kuril-Kamchatka es una región conocida por su alta actividad sísmica, registrando frecuentemente terremotos de moderados a grandes. En el último siglo, se han producido 31 eventos adicionales de magnitud 6.5 o superior en un radio de 250 km del sismo del 29 de julio de 2025.
Entre estos eventos previos se incluye un terremoto de magnitud 7.4 ocurrido el 20 de julio de 2025, el cual ahora se considera un presismo del evento principal de magnitud 8.7.
Cercanía a un megasismo histórico
El epicentro del sismo del 29 de julio de 2025 se localiza a solo 45 km al sureste del epicentro del devastador terremoto de Kamchatka de 1952, que tuvo una magnitud de 9.0. Aquel evento histórico provocó un tsunami destructivo que afectó a toda la cuenca del Pacífico.
La frecuencia y magnitud de los sismos en esta región subrayan la importancia del monitoreo continuo y la preparación ante posibles tsunamis, dada la significativa interacción de placas tectónicas.