El Centro Histórico de San Salvador vive una etapa de auge económico y transformación sin precedentes, marcada por la recuperación de espacios públicos y la restauración patrimonial. Bajo la dirección de la Autoridad del Centro Histórico (APLAN), esta visión está devolviendo el esplendor a la ciudad. En exclusiva para Publimetro El Salvador, Adriana Larín, directora general de APLAN, revela que el Centro Histórico registra más de 650 proyectos en trámite, con una inversión privada proyectada superior a los 164 millones de dólares, consolidándose como un motor económico.
Este dinamismo se impulsa con la activación de espacios públicos mediante eventos internacionales y una decidida restauración arquitectónica que reivindica la memoria histórica, convirtiendo antiguos inmuebles en nuevos focos de cultura y negocio. APLAN ofrece condiciones de inversión inéditas, como la Ventanilla Única e incentivos de hasta 10 años, en su esfuerzo por consolidar al Centro Histórico como un polo competitivo, seguro y sostenible para el desarrollo.
¿Qué impacto económico concreto ha tenido hasta ahora la revitalización del Centro Histórico para los comerciantes, emprendedores y residentes de la zona?

El impacto económico ha sido claro y sostenido. Actualmente, el Centro Histórico registra más de 650 proyectos en trámite, lo que representa una inversión privada proyectada superior a los 164 millones de dólares. Estos proyectos se están materializando cada mes a través de nuevas aperturas de comercios, restaurantes, oficinas, hoteles, espacios culturales y proyectos habitacionales, consolidando así un ecosistema económico en plena expansión.
Este dinamismo ha generado empleos directos e indirectos, tanto en las fases de construcción como en la operación diaria de estos negocios. Los comerciantes y empresarios reportan ya resultados positivos, con incrementos significativos en ventas, especialmente durante periodos vacacionales o de alta afluencia turística, donde algunos negocios han duplicado sus ingresos. Este proceso reafirma que la revitalización del Centro Histórico no solo ha devuelto la vida urbana a la zona, sino que se ha convertido en un verdadero motor económico para San Salvador.
Todo esto es resultado de un proceso que se inició cuando el presidente Nayib Bukele fue Alcalde de San Salvador, al priorizar la recuperación de espacios públicos y sentar las bases para una transformación urbana y social que hoy continúa consolidándose gracias a su estrategia de seguridad a nivel nacional, creando un entorno propicio para la inversión, el desarrollo económico sostenible y, sobre todo, para mejorar la calidad de vida de quienes habitan, trabajan y visitan el Centro Histórico.
¿Cómo ha contribuido la recuperación de espacios públicos a dinamizar la economía local y atraer nuevas formas de inversión o turismo?

Un componente fundamental ha sido la activación constante del espacio público a través de eventos de calidad internacional y actividades gratuitas para el disfrute de las familias salvadoreñas. El Centro Histórico se ha convertido en un escenario para conciertos, festivales, eventos deportivos, culturales y gastronómicos, muchos de ellos de talla mundial, y otros diseñados para fortalecer la convivencia, la cohesión social y proyectar al centro como un lugar vibrante, seguro y accesible para todos.
Esta agenda de actividades se articula de forma coordinada con otras instituciones públicas como el Ministerio de Cultura, la Secretaría de Cultura, CORSATUR, así como actores privados, el sector empresarial y organizaciones internacionales, lo que permite ofrecer una programación diversa, constante y de alta calidad, que potencia la identidad cultural del Centro Histórico y fomenta su apropiación por parte de la ciudadanía.
Estas actividades no solo generan afluencia de visitantes y fortalecen el sentido de pertenencia, sino que contribuyen directamente a la dinamización económica del comercio local, la hostelería, los servicios turísticos y el ecosistema emprendedor que hoy encuentra en el Centro Histórico un entorno propicio para crecer.
Gracias a estas condiciones, el Centro Histórico se ha consolidado como un destino que ofrece calidad de vida, cultura, entretenimiento y oportunidades para quienes deciden invertir, emprender o visitarlo.
Uno de los grandes logros ha sido la restauración del patrimonio arquitectónico. ¿Qué significado tiene para APLAN y para la ciudad este rescate de la identidad histórica y cultural de San Salvador?

La restauración del patrimonio arquitectónico tiene un profundo significado no solo para la ciudad y sus habitantes, si no también, para todos los salvadoreños, no solo porque devuelve esplendor a edificios que por décadas permanecieron en abandono o deterioro, sino porque reivindica la memoria histórica y cultural de San Salvador.
Hoy, esos inmuebles que antes pasaban desapercibidos, se alzan como testigos restaurados de la historia, mostrando al mundo la riqueza arquitectónica de San Salvador, que combina estilos y corrientes como el art nouveau, el art déco, el neoclásico y otras influencias europeas y americanas que reflejan distintas épocas de esplendor. Esta arquitectura, por años subvalorada, ahora no solo brilla por su restauración, sino que comienza a ser reconocida y elogiada por expertos, visitantes e inversionistas que encuentran en esta herencia un valor único y diferenciador.
Más allá de la recuperación y su restauración, la reconversión de usos de muchos de estos inmuebles demuestra cómo la ciudad puede integrar su historia al presente, dándole nuevos propósitos y funciones. Antiguas casas se transforman en restaurantes o galerías, edificios históricos en hoteles, y espacios que fueron símbolos del comercio o la banca hoy se resignifican como centros de cultura, turismo y emprendimiento. Estas adaptaciones permiten que el patrimonio se mantenga vivo y útil, integrado a las dinámicas actuales de la ciudad.
El patrimonio intangible, por su parte, se fortalece al devolverle a las personas sus espacios de encuentro, sus tradiciones, sus plazas y sus calles, propiciando una reconexión social que devuelve orgullo y sentido de pertenencia a quienes viven, trabajan o visitan el Centro Histórico. Recuperar el patrimonio es también recuperar relatos, costumbres, memorias colectivas que durante años estuvieron fragmentadas.
Para la institución, esta labor responde a una visión integral de desarrollo, donde el patrimonio es visto no como una carga del pasado, sino como un activo estratégico para impulsar turismo, generar empleo, dinamizar la economía y mejorar la calidad de vida. Preservar y revitalizar este legado permite proyectar al Centro Histórico como un espacio donde la historia y la modernidad coexisten, como un ejemplo de transformación urbana que honra su pasado para construir un futuro más inclusivo, próspero y sostenible.
Hoy, cada edificio restaurado, cada espacio público reactivado, es testimonio de una ciudad que ha decidido reconciliarse con su historia, entender el valor de su identidad y proyectarse con orgullo hacia nuevas oportunidades.
Desde su perspectiva, ¿cuáles son las condiciones que hoy ofrece el Centro Histórico para convertirse en un polo de desarrollo atractivo para la inversión nacional e internacional?

Hoy el Centro Histórico ofrece condiciones que años atrás parecían inalcanzables para la inversión y el desarrollo económico. Esto ha sido posible gracias a un modelo de gobernanza claro, a la articulación efectiva entre instituciones, y a la creación de herramientas concretas que garantizan seguridad jurídica, simplificación de procesos en tramitología y acompañamiento a quienes apuestan por invertir en la zona.
Uno de los grandes avances ha sido la implementación de la Ventanilla Única del Centro Histórico, un mecanismo que ha permitido reducir tiempos, simplificar trámites y brindar un acompañamiento personalizado a inversionistas, empresarios y emprendedores. A través de esta Ventanilla, es posible gestionar permisos y autorizaciones vinculados a usos de suelo, construcción, licencias de funcionamiento, entre otros servicios, de manera más ágil, eficiente y transparente. Todos estos procedimientos están inscritos y validados en el Registro Nacional de Trámites, lo que fortalece la confianza y brinda certeza a quienes desean establecerse o invertir en el Centro Histórico.
Actualmente, la Ventanilla Única está operando de forma híbrida y paralelamente, se está trabajando en su consolidación como un sistema digitalizado, que permitirá a partir de noviembre iniciar la recepción de trámites a través de una plataforma en línea, comenzando con un primer paquete de servicios priorizados. Esta digitalización representa un paso firme hacia la modernización de la gestión pública, asegurando mayor accesibilidad, eficiencia y transparencia en beneficio de los usuarios.
El propósito es ofrecer un servicio cada vez más ágil y adaptado a las necesidades del sector productivo, contribuyendo a garantizar seguridad jurídica, confianza y competitividad para quienes apuestan por invertir en el Centro Histórico.
Además, se ha puesto a disposición del sector privado un régimen de incentivos fiscales y municipales que pueden otorgarse hasta por 10 años, orientado a proyectos que contribuyan a la revitalización económica, cultural y turística, especialmente en los sectores de alojamiento, alimentación, desarrollo inmobiliario y actividades culturales.
A estas ventajas se suma la importante inversión pública que se ha realizado para modernizar la infraestructura urbana. Obras como la modernización del cableado eléctrico, telecomunicaciones y fibra óptica mediante el soterramiento de redes, renovación de la red hidráulica, la rehabilitación integral de calles, aceras, mobiliario urbano, plazas y espacios públicos, ejecutadas por instituciones como la Dirección de Obras Municipales (DOM) y el Ministerio de Obras Públicas (MOP), han elevado significativamente la calidad del entorno urbano. Estas intervenciones no solo mejoran la imagen y funcionalidad del Centro Histórico, sino que incrementan su competitividad como destino de inversión, comercio y turismo.
Todo este ecosistema de servicios, infraestructura y gobernanza coloca hoy al Centro Histórico como un territorio competitivo, seguro, ordenado y en constante evolución, con un potencial real de crecimiento en sectores estratégicos, capaz de ofrecer condiciones claras, procesos ágiles y un entorno propicio para el desarrollo de inversiones sostenibles y de largo plazo.
¿Qué proyectos o iniciativas están en marcha para consolidar este renacer del Centro Histórico como un motor sostenible de crecimiento económico y social?

Actualmente se están impulsando proyectos estratégicos que buscan consolidar de forma sostenible el proceso de transformación del Centro Histórico. Entre ellos destaca la formulación del Plan Especial de Ordenamiento y Desarrollo Territorial, que se está desarrollando con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Este instrumento técnico permitirá orientar y gestionar de manera integral el crecimiento urbano, garantizando un desarrollo ordenado, sostenible y alineado a la vocación turística, cultural y económica del territorio.
En paralelo, se trabaja de la mano de organismos de cooperación internacional en proyectos que apuntan a convertir al Centro Histórico en un destino inteligente, mediante la incorporación de tecnología, innovación y herramientas digitales que contribuyan a mejorar la gestión urbana, turística y comercial, pero sobre todo a elevar la calidad de vida de quienes residen, trabajan y visitan el centro.
Además, se mantienen relaciones activas y estratégicas con la empresa privada, desarrollando gestiones específicas con entidades como CESAL para impulsar programas de empleabilidad juvenil, así como la capacitación de empresas del sector turismo, contribuyendo así a fortalecer la cadena de valor del destino. Otro componente clave es la articulación interinstitucional con el Ministerio de Vivienda, liderado por la Ministra Sol Martínez, para promover proyectos habitacionales bajo el modelo de ayuda mutua, que permitirán ofrecer soluciones de vivienda digna en el Centro Histórico como parte de un esfuerzo integral por preservar la mixtura de usos y fomentar la habitabilidad del centro de la ciudad.
Todo este conjunto de iniciativas responde a una visión clara de posicionar al Centro Histórico como un territorio vibrante, competitivo, inclusivo y resiliente, capaz de seguir generando bienestar para los salvadoreños, dinamizando la economía y consolidándose como símbolo de transformación urbana y social a nivel nacional e internacional.