El carismático Hermano Fausto, conocido por su humor y franqueza, vivió un momento épico al probar un Polaris turbo. Su primera impresión fue de escepticismo: “¿Y así son de güey? Estamos en el Polaris turbo de cibernético. Bueno, y esta mierda, así son huevones”, dijo, subestimando la capacidad del vehículo.
“Pensé que era una tortuga”
El influencer, siempre sincero, no dudó en criticar el sonido del motor: “Bueno, ya vamos en la Polaris a dar una vuelta, pero el motor se oye bien culero, oigan ustedes”. Su confianza en que el paseo sería lento lo llevó a comparar el vehículo con una “tortuga”.
Pero todo cambió al acelerar. La potencia del Polaris lo tomó por sorpresa, y su reacción fue inmediata: “¡Puta, qué onda, jala o no, jala, coma mierda, yo pensé que era huevón el hijueputa, no, hombre, qué puta, si jalaba!”. El susto lo llevó a gritar, retractándose de su crítica inicial.
Al final, Fausto reconoció que, aunque el motor “se ve todo culero”, la potencia estaba ahí. Este momento, lleno de humor y autenticidad, se convirtió en un contenido viral, típico del estilo del tiktoker, que siempre conecta con su audiencia usando el caló salvadoreño.