En un hecho que ha conmocionado a la comunidad, un caballo murió de infarto en plena calle de Corinto, Morazán. El incidente ocurrió el miércoles por la mañana en el sector de Camilo Ortega, donde el animal descansaba bajo la sombra.
Testigos relatan que el caballo colapsó de forma repentina, sin mostrar señales previas de malestar. Vecinos se acercaron al lugar, sorprendidos por la escena, mientras el dueño llegó minutos después e intentó reanimarlo sin éxito.
A pesar de los esfuerzos, el caballo ya no presentaba signos vitales, dejando a todos con el corazón en un puño. Autoridades locales aún investigan las causas exactas, pero todo apunta a un infarto, una condición rara pero posible en equinos.
La pérdida ha generado tristeza y debates en la zona, donde los caballos son parte del paisaje cotidiano.
Caballo, triste realidad equina
El infarto en caballos, aunque poco común, puede ocurrir debido a su potente sistema cardiovascular. Estos animales, capaces de bombear hasta 40 litros de sangre por minuto, enfrentan riesgos cuando su corazón se adapta a esfuerzos extremos o enfermedades no detectadas. Factores como el estrés, la edad o problemas cardíacos previos pueden desencadenarlo.
La recurrencia de este tipo de infartos es un tema que preocupa a veterinarios. Según expertos, los equinos de alto rendimiento, como los de carrera, son más propensos a sufrir adaptaciones cardíacas que, si no se monitorean, pueden llevar a colapsos fatales.
Estudios sugieren que un caballo sano tiene entre 20 y 40 latidos por minuto en reposo, pero en estrés puede superar los 200. Sin exámenes como ecocardiogramas, estas afecciones pasan desapercibidas hasta que es tarde. En comunidades rurales como Corinto, donde el acceso a especialistas es limitado, la prevención se complica. ¿Qué medidas se tomarán para evitar más casos? ¡Opina abajo!