El sueño mundialista de El Salvador está más vivo que nunca tras la victoria de La Selecta contra Guatemala, un triunfo que resuena como un grito de esperanza tras más de 40 años sin pisar una Copa del Mundo. Y detrás de esta ilusión está la alianza explosiva entre Nayib Bukele y Hernán Darío “Bolillo” Gómez.
El presidente no ocultó su euforia y desempolvó una promesa hecha en marzo de 2025, cuando recibió al técnico colombiano en la Casa Presidencial tras su llegada como DT.
“Lo que podamos hacer, lo vamos a hacer. No hay nada que no vayamos a poner. Hagámoslo como proyecto país. Vamos a dar todo lo necesario. Todo el país lo vamos a movilizar para lograrlo”, expresó Bukele.
Mundial cuesta arriba
Estas palabras, dirigidas al Bolillo, reflejan un apoyo total para romper la sequía futbolística de El Salvador, un país que, paradójicamente, adora el deporte rey pese a su bajo rendimiento histórico.
El Bolillo, consciente de los retos, confesó las dificultades: “Son muchos problemas”, admitió tras el partido contra Guatemala, destacando la necesidad de apoyo para elevar el nivel. Bukele, por su parte, coincidió en marzo: “Somos los peores en fútbol, pero el pueblo lo merece”.
Esta victoria, clave para las Eliminatorias al Mundial 2026, aviva el fuego de un proyecto ambicioso. Con un nuevo Estadio Nacional en marcha y el respaldo presidencial, la meta está clara: clasificar o morir en el intento. ¿Será esta la era dorada de La Selecta?