El txakoli es uno de los vinos más emblemáticos del País Vasco, conocido por su frescura, ligereza y toque atlántico. Aunque en México aún es poco conocido, su popularidad está en crecimiento. Aquí te compartimos siete curiosidades que lo convierten en un tesoro vinícola único:
1. Tres denominaciones de origen
El txakoli se produce bajo tres denominaciones de origen que garantizan su autenticidad: Getariako Txakolina, Bizkaiko Txakolina y Arabako Txakolina. Cada una tiene su propia identidad, pero todas comparten ese perfil fresco y vibrante que lo caracteriza.
2. Estuvo a punto de desaparecer
En el siglo XX, el txakoli casi desaparece debido a la falta de regulación y al cambio en los hábitos de consumo. Fue en los años ochenta cuando comenzó su recuperación, gracias a la pasión de los productores locales por rescatar esta tradición.
3. Uvas autóctonas y resistentes
La base del txakoli es la uva hondarrabi zuri, una variedad blanca autóctona del País Vasco, resistente a las condiciones climáticas de la región. También se utiliza la hondarrabi beltza para tintos y ensambles, aportando un perfil rústico y auténtico.
4. Más que vino blanco
Aunque el txakoli es mayormente blanco, también existen versiones rosadas, tintas e incluso espumosas. Los rosados destacan por su vivacidad y aromas frutales, mientras que los tintos ofrecen un perfil único y lleno de carácter.
5. El arte de servirlo
Servir txakoli es todo un espectáculo. Tradicionalmente se escancia desde cierta altura para liberar sus burbujas naturales y resaltar su frescura. Esta técnica, similar a la de la sidra vasca, es parte esencial de la experiencia.
6. El acompañante ideal
Gracias a su acidez y frescura, el txakoli es el maridaje perfecto para la cocina del mar. Mariscos, pescados a la parrilla, bacalao y pintxos encuentran en este vino un aliado inigualable.
7. Un vino que cruza fronteras
Aunque es profundamente vasco, el txakoli está ganando terreno en mercados internacionales. Restaurantes de alta cocina en Europa, Estados Unidos y América Latina ya lo incluyen en sus cartas. En México, su presencia en vinotecas y bares especializados está en aumento.
Un símbolo cultural
El txakoli no es solo un vino, sino un reflejo de la identidad vasca. Su recuperación y expansión son un ejemplo de cómo la tradición y la innovación pueden coexistir. Si aún no lo has probado, ¡es momento de descubrirlo!