¿Qué pasaría si la Tierra no fuera tan estable como creemos? Un estudio reciente publicado en Nature Geoscience y liderado por científicos de la Universidad de Southampton ha revelado algo sorprendente: bajo la triple unión de Afar, en el Cuerno de África, el manto terrestre no asciende de manera constante, sino en “pulsos rítmicos” de material caliente.
Imagina kilómetros bajo nuestros pies, una masa gigante de roca fundida y semilíquida, el manto terrestre, moviéndose y agitándose. Pero lo que este nuevo estudio muestra es que no es un flujo uniforme. En cambio, hay “latidos” periódicos, ascensos de material con composiciones químicas muy diversas. Estos pulsos no solo son “heterogéneos”, sino que interactúan con la corteza terrestre de maneras que los científicos aún están tratando de entender, dependiendo de cómo se está “rompiendo” el continente africano en esa zona.
¿Qué significa esto para nosotros… y África?
La triple unión de Afar es un lugar único en el mundo, donde tres placas tectónicas se están separando, un proceso que eventualmente podría dividir el continente africano en dos. Es aquí, en esta zona de alta actividad geológica, donde se han detectado estas “firmas químicas” que se repiten una y otra vez, sugiriendo un patrón de actividad profunda que no se conocía en detalle.
Aunque estos procesos ocurren a profundidades enormes, entender el “corazón latente” de la Tierra podría cambiar nuestra comprensión de cómo se forman los continentes, cómo evolucionan los volcanes y, potencialmente, cómo se distribuyen los recursos bajo la superficie. Si el manto es más dinámico y pulsante de lo que pensábamos, ¿qué otras sorpresas nos esperan en las profundidades de nuestro propio planeta?
Este descubrimiento no solo nos invita a mirar hacia abajo con una nueva curiosidad, sino que también nos desafía a repensar la estabilidad que a menudo asociamos con la Tierra. Quizás, nuestro planeta es mucho más un organismo vivo, con sus propios ritmos y pulsos secretos, de lo que jamás imaginamos. La próxima vez que sientas el suelo bajo tus pies, recuerda: podría haber un latido profundo, silencioso y poderoso, justo debajo de ti.