El Festival de Cortos ESCINE regresó con todo este año, y su sexta edición promete ser la más emocionante hasta ahora. Bajo el lema “Vivir para contarlo”, el evento invita a cineastas, estudiantes y creadores salvadoreños a compartir historias que reflejen las transformaciones personales y sociales del país. Desde su nacimiento en 2020, este festival ha demostrado que el cine no es solo para profesionales con equipos costosos: aquí, un celular y una buena idea pueden ser el inicio de una carrera.
Lo que comenzó como una iniciativa para mantener viva la creatividad durante la pandemia, hoy es un referente del cine emergente en Centroamérica. En sus primeras cinco ediciones, ESCINE recibió casi 900 cortometrajes, muchos de ellos grabados con teléfonos móviles. Este año, la convocatoria está abierta hasta finales de noviembre, y las proyecciones se realizarán en Cinépolis y el Teatro Nacional. Entre las novedades, destaca la categoría “Huella de Italia”, cuyo ganador se llevará un viaje al país europeo, además de premios en efectivo, becas y equipo profesional.
Pero ESCINE no es solo un festival: es una plataforma de oportunidades. En 2023, se crearon los Premios Thirza Ruballo en honor a la fundadora de la escuela, reconociendo desde la actuación hasta la fotografía. Y en 2024, la edición “La Libertad de Contar tu propia historia” llevó a Rebeca Castro y Ale Pinto a ganar en sus categorías, demostrando que el talento local puede brillar. Este año, además de las categorías tradicionales (ficción, documental, animación y videoclip), habrá masterclasses con figuras como el guionista de Saturday Night Live, Julio Torres, y conversatorios con el equipo de la aclamada “Balada de Hortensia”.
Cortos ESCINE: de la pandemia a las pantallas grandes
Lo que hace especial a este festival es su capacidad para reinventarse. En 2021, su segunda edición rindió homenaje al Bicentenario de la Independencia, mientras que en 2022 se enfocó en la identidad cultural. Ahora, con “Vivir para contarlo”, ESCINE apuesta por historias que inspiren y reflejen el “nuevo El Salvador”, un país que, según la ministra de Turismo, Morena Valdez, hoy se vive “24/7” y se convierte en escenario vivo para el cine. El apoyo de instituciones como el Ministerio de Cultura, CORSATUR y embajadas de Italia y México refuerza su impacto, mientras que colaboraciones con la ONU Turismo lo posicionan como un puente cultural.
El festival no solo ha lanzado carreras —como la de la actriz trans Monika Alfaro, ganadora en 2024—, sino que también ha convertido a San Salvador en un hub creativo. El Centro Histórico, antes subutilizado, ahora es un set de rodaje constante, y las redes sociales arden con entusiasmo cada vez que se anuncia una nueva edición. Como dijo un usuario en X (antes Twitter): “ESCINE no es solo cine, es la prueba de que en El Salvador hay historias que el mundo necesita ver”. Las inscripciones ya están abiertas en escinesv.com, y esta vez, la consigna es clara: si tienes una historia que contar, este es tu momento.