Con la temporada de lluvias llegando a su fin, las calles de San Salvador muestran los estragos del invierno, marcadas por baches y la habitual frustración ciudadana. En medio de este panorama, una iglesia evangélica de la exclusiva Colonia Escalón ha sorprendido al tomar la iniciativa de repararlas con asfalto frío. ¿Un acto de solidaridad o un desafío implícito? Exploremos esta historia.
Fe en acción contra los baches
El Tabernáculo Bíblico Bautista Amigos de Israel Central, liderado por el pastor Toby Jr., ha movilizado a voluntarios para llenar baches con asfalto frío, una técnica práctica que no requiere maquinaria pesada.
Las fotos compartidas por el líder religioso en redes sociales, acompañadas del tuit “Avanzando!”, muestran a los participantes trabajando con determinación, reflejando un compromiso que mezcla su fe con el esfuerzo físico.
La iniciativa, surgida en los días posteriores a la temporada lluviosa, ha captado la atención por su carácter inusual.
Lo que añade un giro interesante es la coincidencia con los anuncios recientes del Fondo de Conservación Vial (FOVIAL). El 24 de septiembre pasado, el director de la institución presentó un “plan agresivo” para reparar vías públicas al finalizar la temporada invernal, un esfuerzo respaldado por los $212.6 millones asignados al MOPT para 2025, según datos oficiales.
Aunque la iglesia no lo menciona directamente, su labor parece complementar esta estrategia estatal, que promete una intervención masiva con maquinaria y recursos tras las lluvias.
¿Puedo yo tapar un bache?
En El Salvador, la reparación de vías públicas cae bajo la jurisdicción de las entidades gubernamentales, principalmente los gobiernos municipales y el Ministerio de Obras Públicas y Transporte (MOPT), con apoyo del Fondo de Conservación Vial (FOVIAL) para las carreteras nacionales, según lo establecido en la Ley de Expropiación por Causa de Utilidad Pública y la Ley de Creación del FOVIAL.
Estas leyes otorgan a las autoridades centrales y municipales la atribución exclusiva de planificar, ejecutar y mantener la infraestructura vial, financiada mediante impuestos y fondos específicos como el 30% del Impuesto a la Gasolina que sostiene a FOVIAL (artículo 5 de la Ley FOVIAL).
Sin embargo, no existe una prohibición explícita que impida a los ciudadanos intervenir por su cuenta en casos de emergencia o como iniciativa comunitaria, siempre que no interfieran con la seguridad pública ni realicen obras permanentes sin autorización.
La Ley de Acceso a la Información Pública (2011) y las normativas de CoST El Salvador exigen transparencia en los proyectos viales, pero no regulan directamente acciones ciudadanas. En El Salvador, la Dirección Nacional de Obras Municipales (DOM) ha advertido en el pasado sobre intervenciones no autorizadas, sugiriendo que los ciudadanos deben coordinarse con las alcaldías. Por ahora, la acción de la iglesia parece operar en un vacío legal, lo que abre preguntas sobre su sostenibilidad.