Ronald Exantus, el hombre que en diciembre de 2015 apuñaló hasta la muerte al niño Logan Tipton de seis años en su casa de Versailles, Kentucky, fue liberado en libertad condicional el 1 de octubre de 2025, tras cumplir solo siete años de una condena de 20. La decisión, basada en créditos por buena conducta, ha reabierto las heridas de la familia Tipton, que no recibió notificación previa de su liberación.
El ataque ocurrió cuando Exantus, entonces de 38 años, irrumpió en la vivienda de los Tipton sin motivo aparente. Armado con un cuchillo de cocina, apuñaló a Logan múltiples veces en la cabeza mientras el niño dormía junto a su hermana Dakota, de 12 años. Dean Tipton, padre de Logan, y otras dos hermanas resultaron gravemente heridos al intentar intervenir. Exantus, quien alegó haber actuado bajo un “delirio psicótico”, fue declarado no culpable por insania en el cargo de asesinato, pero sí culpable de los asaltos a la familia, lo que le valió la condena de 20 años.
La liberación de Exantus ha generado una ola de indignación. Dean Tipton, en declaraciones a medios locales, expresó su promesa de justicia propia: “Si alguna vez me cruzo con él, lo mataré donde esté”. Su declaración refleja el dolor de una familia que considera que el sistema judicial falló en entregar cierre. La Junta de Libertad Condicional de Kentucky no notificó a los Tipton sobre la liberación, un error que ha avivado el debate sobre los derechos de las víctimas.
Un veredicto que divide: insania y castigo El juicio de 2018 presentó un dilema ético y legal. Aunque el jurado aceptó que Exantus actuaba bajo un trastorno mental durante el asesinato de Logan, lo declaró culpable de los asaltos a Dean y las hermanas, imponiendo una pena de 20 años. Sin embargo, la familia cuestiona la coherencia del fallo: “No entendemos por qué no fue culpable del asesinato”, declaró Dean. Heather Tipton, madre de Logan, añadió: “No solo mató a mi hijo. Mató a cada miembro de mi familia”.
La liberación condicional de Exantus, tras cumplir menos de la mitad de su condena, ha reavivado el debate sobre la efectividad de las leyes de insania y la protección a las víctimas. Expertos en derecho penal señalan que el caso expone las lagunas en el sistema, donde la salud mental puede atenuar la responsabilidad, pero no siempre garantiza justicia para las familias afectadas.
Mientras tanto, la familia Tipton ha canalizado su dolor en activismo, promoviendo vigilias anuales en memoria de Logan y abogando por reformas legales que extiendan las supervisiones post-liberación y garanticen notificaciones a las víctimas. En redes sociales, el hashtag #JusticeForLogan se ha viralizado, con miles exigiendo cambios en el sistema judicial. La pregunta que queda en el aire es clara: ¿Siete años son suficientes para un crimen que destrozó una familia?