El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de El Salvador emitió un mandato claro: el “lenguaje inclusivo” queda prohibido en todas las escuelas públicas y dependencias oficiales.
Palabras como amigue, compañere, niñe, jóvenxs o nosotrxs ya no tienen cabida en aulas, libros ni comunicaciones formales.
Esta medida, respaldada por el presidente Nayib Bukele, busca consolidar una comunicación “clara, uniforme y respetuosa”, según el Memorándum N.° 22-2025. Pero, ¿qué implica esta decisión? ¿Es un paso hacia la preservación cultural o una restricción ideológica?
A continuación, exploramos los detalles, las razones, el contexto y las reacciones a esta controvertida política.
El veto al lenguaje inclusivo: no más “amigue”
El Memorándum N.° 22-2025, firmado por la Ministra de Educación, Edith Trigueros, prohíbe explícitamente términos asociados al lenguaje inclusivo, como amigue, compañere, niñe, todos y todas, alumn@, jóvenxs y nosotrxs.
Estas palabras, que buscan neutralidad de género mediante el uso de “e”, “x” o “@”, son consideradas por el gobierno como “deformaciones lingüísticas” que atentan contra el español normativo.
La directiva aplica a todos los centros educativos públicos y a cualquier material, libro, circular o documento administrativo emitido por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología (MINEDUCYT).
El objetivo, según el memorándum, es garantizar un idioma “claro y respetuoso”, libre de influencias ideológicas.
Esta prohibición no es opcional: directores, docentes y personal administrativo deben velar por su cumplimiento estricto a nivel nacional, bajo el lema “DIOS UNIÓN LIBERTAD”.
La voz de la ministra: Un llamado a la tradición
Edith Trigueros, capitán y doctora, lidera esta cruzada desde el MINEDUCYT. En el memorándum, argumenta que el veto al lenguaje inclusivo protege “el buen uso de nuestro idioma” y evita “injerencias ideológicas o globalistas” que podrían “perjudicar el desarrollo integral del estudiantado”.
Su mensaje es claro: el español debe mantenerse como pilar de la identidad nacional, sin alteraciones que respondan a agendas externas.
Trigueros, con su perfil militar y académico, encarna el enfoque disciplinado del gobierno de Bukele. Su firma, acompañada de un enigmático “ANADOR ENC / AMERICA”, refuerza el tono patriótico de la medida, que no admite excepciones en su aplicación.
Razones detrás de la prohibición de “amigue”
La decisión tiene dos pilares: lingüístico y cultural. En lo lingüístico, el gobierno considera que términos como amigue o jóvenxs rompen con las reglas gramaticales del español, generando confusión en la comunicación educativa.
En lo cultural, la medida se presenta como un escudo contra la “ideología de género”, término usado en el memorándum para describir influencias progresistas que, según el Ejecutivo, son ajenas a los valores salvadoreños.
El MINEDUCYT argumenta que priorizar el masculino y femenino tradicionales fortalece la cohesión nacional y protege a los estudiantes de “injerencias globalistas”.
Aunque el memorándum no menciona explícitamente movimientos internacionales, el contexto apunta a una reacción contra tendencias “woke” asociadas a países occidentales, que promueven el lenguaje inclusivo como herramienta de equidad de género.
Bukele: Un respaldo contundente
El presidente Nayib Bukele no tardó en apoyar la medida. Tuiteó desde su cuenta oficial en X: “Desde hoy queda prohibido el mal llamado ‘lenguaje inclusivo’ en todos los centros educativos públicos de nuestro país.”
Su mensaje, breve pero tajante, eleva la prohibición a un símbolo de su proyecto político: soberanía cultural frente a modas extranjeras. Bukele, conocido por su estilo directo y su alta aprobación (superior al 90% en 2025), posiciona esta decisión como parte de su narrativa anti-establishment, que rechaza lo que él llama “sermones occidentales”.
La prohibición del lenguaje inclusivo no es un hecho aislado; es parte de una agenda más amplia contra las influencias progresistas globales. Desde su llegada al poder en 2019, Bukele ha liderado una ofensiva anti-woke que combina medidas de seguridad con políticas culturales conservadoras.
Bukele responde desestimando a organismos como la ONU, a los que tilda de “inútiles”. En septiembre de 2025, se ausentó de la Asamblea General de la ONU, llamándola una pérdida de tiempo.
Bukele ha criticado a la OEA y oenegés por intervenir en asuntos internos, como acusaciones de estigmatización a comunidades vulnerables. Su gobierno ha promovido campañas contra la discriminación, pero desde una óptica tradicional, como la reciente iniciativa contra el racismo en el fútbol (octubre 2025).
Esta medida se alinea con la visión de Bukele como aliado de figuras como Donald Trump, quienes también rechazan el “globalismo woke”. Es un paso más en su proyecto de redefinir El Salvador como un bastión de valores tradicionales.
Reacciones en X: Apoyo mayoritario entre los salvadoreños
En X, la reacción al veto del lenguaje inclusivo ha sido mayoritariamente positiva entre los usuarios, quienes ven la medida como una defensa de la identidad nacional. Aunque el tema es reciente (2 de octubre de 2025), los primeros posts reflejan entusiasmo: @LauraPocaSV
(358 vistas): “Bendito sea Dios por el Presidente que tenemos… hay que cuidarlo y orar por él.” Celebra a Bukele como garante de “paz, democracia y libertad”, vinculando la prohibición a su transformación cultural.
Aunque hay críticas minoritarias (principalmente de exiliados o activistas progresistas), el ecosistema de X en El Salvador está dominado por el respaldo a Bukele, y esta medida refuerza su narrativa de resistencia cultural.
La prohibición del lenguaje inclusivo en El Salvador abre un debate profundo. Para el gobierno, es una defensa del idioma y los valores nacionales frente a influencias extranjeras. Para los críticos, podría ser un retroceso en la inclusión y una señal de autoritarismo cultural. Lo cierto es que esta medida consolida la visión de Bukele: un país que no se doblega ante lo “woke”, priorizando su identidad sobre agendas globales.