En plena Semana Morazánica 2025, El Salvador se transforma en el imán turístico para hondureños. Con proyecciones de más de 40 mil visitantes —un salto del 22% respecto a los 39 mil 300 de 2024—, las carreteras y fronteras como El Amatillo bullen de familias y aventureros.
Este flujo genera 12.2 millones de dólares en divisas, fortaleciendo lazos centroamericanos. Pero, ¿cuál es la razón detrás de esta “invasión” amistosa?
Precios que seducen a hondureños
El Salvador brilla por sus costos accesibles, superando a destinos hondureños como Roatán. Un turista gasta en promedio 115 dólares al día en hospedaje, comida y tours en Surf City o el Centro Histórico de San Salvador. Paquetes promocionales durante la festividad hacen irresistible el viaje, permitiendo escapadas de 3-5 días sin romper el bolsillo.
Seguridad que convence a familias enteras
La mejorada imagen de seguridad en El Salvador atrae a hondureños que evitan riesgos en su propio país. Políticas como el estado de excepción han calmado percepciones de inseguridad, permitiendo paseos tranquilos en San Salvador o playas. Familias destacan la paz en estos destinos, priorizando la tranquilidad sobre aventuras lejanas.
Destinos que enamoran con diversidad única
Desde playas como El Zonte para surf hasta volcanes como el Boquerón o rutas culturales en Suchitoto, El Salvador ofrece variedad. Eventos especiales, como fuegos artificiales en la capital durante Semana Morazánica, suman encanto. La cercanía —solo 3-5 horas desde Tegucigalpa— y la facilidad migratoria sin sellos de pasaporte agilizan todo.
Hospitalidad y redes que impulsan la fiebre
La calidez salvadoreña y afinidad cultural facilitan la integración, con celebraciones compartidas en el Golfo de Fonseca. Campañas en redes sociales posicionan a El Salvador como tendencia regional, con hashtags como #SemanaMorazanica viralizando experiencias de hondureños en X e Instagram.