En un momento que fusionó elegancia real y servicio humanitario, Hazzel Elibeth Molina Garay, soberana de Comandos de Salvamento, demostró por qué encarna el espíritu de la institución. Durante el desfile conmemorativo de los 65 años de fundación de esta emblemática organización de rescate, un accidente de tránsito irrumpió en la celebración, pero la reina no dudó en priorizar la vida de los heridos, atendiendo con delicadeza y profesionalismo sin perder su majestuosidad.
El siniestro ocurrió en la intersección de Calle Arce y 13 Avenida Sur, donde una coaster de la ruta 101D, con placas MB3-781, colisionó frontalmente contra una camioneta Toyota particular, placas P472-780. El impacto dejó varios lesionados leves y moderados, entre ellos pasajeros del transporte colectivo y el conductor de la camioneta.
Reina de comandos sobresaliente
Comandos de Salvamento, fundado en 1960 como la primera institución de socorro voluntario en El Salvador, organizaba el desfile para honrar sus seis décadas y media de servicio ininterrumpido en emergencias, desastres naturales y atención prehospitalaria. Hazzel, coronada como Reina de Comandos en una ceremonia que resalta el rol de las mujeres en el voluntariado, participaba ataviada con el traje tradicional de la institución: uniforme impecable, corona simbólica y una sonrisa que irradiaba serenidad. “Ella es la personificación de nuestra misión: belleza al servicio de la humanidad”, comentó un miembro de Comandos presente en el evento, atribuyendo a Hazzel el mérito de haber calmado a las víctimas mientras coordinaba la llegada de ambulancias.
Sin perder un ápice de su gracia soberana, Molina Garay se arrodilló junto a los heridos para estabilizarlos: aplicó vendajes, verificó signos vitales y ofreció palabras de consuelo. “¡Mantengan la calma, estamos aquí para ayudarlos!”, exclamó con voz firme pero empática, según videos grabados por transeúntes que circularon en redes sociales. Su intervención rápida permitió que los lesionados fueran atendidos, sin reportes de fallecidos gracias a la prontitud del equipo.
El accidente resalta los riesgos viales en el centro histórico de San Salvador, donde el tráfico intenso y la falta de señalización contribuyen a incidentes frecuentes. Autoridades de Tránsito de la Policía Nacional Civil (PNC) investigan si el exceso de velocidad o distracción al volante fueron factores determinantes. Mientras tanto, el desfile continuó con honores a los fundadores y un minuto de silencio por las víctimas de emergencias pasadas.
La historia de Hazzel se viraliza como inspiración para la juventud salvadoreña, recordando que la verdadera corona se forja en el servicio. Comandos de Salvamento, con más de 2,000 voluntarios, invita a la población a unirse a sus filas para seguir salvando vidas.