China ha dado un paso histórico en la carrera tecnológica al presentar el primer chip 6G universal, desarrollado por investigadores de la Universidad de Pekín y la City University de Hong Kong. Este avance no solo supera las capacidades del 5G, sino que también establece las bases para la sexta generación de conectividad móvil, cuyo despliegue completo está previsto para 2030, con pruebas piloto a partir de 2026.
El chip 6G destaca por su capacidad para alcanzar velocidades superiores a 100 gigabits por segundo en toda la banda inalámbrica, desde 0.5 GHz hasta 115 GHz. Además, es capaz de operar en cualquier frecuencia, dispositivo y ubicación, lo que lo convierte en una solución versátil para entornos urbanos densos, zonas remotas, e incluso aplicaciones en el espacio y bajo el agua.
Tecnología innovadora y aplicaciones futuras
Este chip 6G combina fotónica y electrónica, lo que le permite procesar señales inalámbricas con un consumo energético optimizado y una estabilidad excepcional en la comunicación. Según el profesor Wang Xingjun, el dispositivo puede transmitir una película de 50 GB en segundos, pero su verdadero potencial radica en su capacidad para facilitar el acceso a Internet en cualquier escenario, desde ciudades inteligentes hasta misiones espaciales.
El chip 6G, de apenas 11 milímetros, integra nueve sistemas distintos y cuenta con una función de navegación por frecuencia que evita automáticamente bandas saturadas y se ajusta en tiempo real para evitar interferencias. Esto lo hace ideal para su uso en móviles, estaciones base, drones, equipos industriales y dispositivos IoT.
Hacia redes inteligentes con IA
Los expertos chinos señalan que este chip 6G podría ser la base para desarrollar redes 6G nativas de IA, capaces de reconfigurarse de forma autónoma gracias a algoritmos integrados. Esto permitiría una adaptación constante a las variaciones del entorno electromagnético, con un consumo energético mínimo y una eficiencia sin precedentes.
Este avance no solo consolida el liderazgo de China en la carrera tecnológica global, sino que también abre la puerta a una nueva era de conectividad ultra rápida, estable y accesible en cualquier parte del mundo.