El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, reaccionó al reciente ataque de dos estudiantes contra una profesora en Panamá, defendiendo la necesidad de la disciplina escolar y advirtiendo sobre las graves consecuencias que trae la falta de respeto en las aulas, una situación que, según él, su país ya experimentó en el pasado.
“Ninguna sociedad tiene futuro si los estudiantes le faltan el respeto a sus maestros. En El Salvador ya sembramos así en el pasado, y todos vimos la mala cosecha que eso nos trajo. Si queremos un futuro diferente, hay que sembrar diferente, y para eso se necesita disciplina escolar“, sentenció Bukele a través de sus redes sociales.
Estas declaraciones buscan reforzar la necesidad de sus políticas ante la opinión pública, sugiriendo que la indulgencia pasada condujo a la violencia. La ministra de Educación salvadoreña, Karla Trigueros, ha defendido las nuevas normativas argumentando que son esenciales para prevenir que las escuelas vuelvan a ser el origen de actividades criminales.
La disciplina escolar como cimiento del futuro salvadoreño
La agresión en Panamá, ampliamente difundida, revivió el debate regional sobre la autoridad docente y la importancia de la disciplina escolar en los centros educativos. Bukele utilizó el incidente para contextualizar las nuevas medidas de orden implementadas en las escuelas salvadoreñas, enfatizando que un futuro distinto requiere “sembrar diferente”.
La postura de Bukele se centra en la premisa de que la falta de disciplina escolar fue un factor que permitió el surgimiento de fenómenos como las pandillas en El Salvador, una perspectiva que ha generado tanto apoyo como controversia en su país. El mandatario insistió en que permitir la falta de respeto hacia la figura del maestro es el comienzo de un colapso social que las nuevas generaciones no deben heredar. Las recientes reformas educativas en El Salvador, que incluyen regulaciones estrictas sobre uniformes, cortes de cabello y conducta, buscan precisamente restablecer la disciplina escolar y el orden.
Las medidas han sido criticadas por algunos sectores opositores y gremios de maestros, quienes ven en ellas una “militarización” de la educación. No obstante, el gobierno mantiene que el objetivo es garantizar que los centros educativos sean cunas de profesionales y no focos de criminalidad. El caso panameño, donde la profesora fue agredida por dos alumnos, subraya la preocupación regional sobre la pérdida de autoridad en las aulas. La administración Bukele afirma que establecer el orden y la disciplina escolar es un paso crucial en la construcción del “nuevo país” que merecen los salvadoreños.
